Aire y corriente

Fue noticia en el que una neozelandesa había fallecido por que cortaron la luz de casa, utilizaba un respirador. La familia rogó al operario que que no lo hiciera porque había una persona que necesitaba la luz para vivir, pero el empleado fue fiel a la compañía. Una mártir más, que podía haberse evitado si en un ataque de “locura transitoria” algún familiar hubiera paseado la albaceteña por las tripas del empleado.

El otro día en un programa de televisión se le daba voz a una familia a la que la situación por la que atravesaba le llevaba a tener cortes de luz por impago. Nada del otro mundo, la peculiaridad estaba en que en el domicilio vivía una persona que dependía de un respirador. Creo recordar que la cantidad debida eran 200 euros, que habían pedido fraccionar, lo cual es imposible porque la empresa está obligada a que se cumpla el contrato. No se puede acusar a las compañías eléctricas de insolidarias, puesto que son numerosos los patrocinios que hacen para cosas de cascaos: equipos paralímpicos, campeonatos internacionales de vela adaptada,…. Y para todo no llega, lo de la prevalencia en el gasto es cuestión aparte.

El caso es que el corte de suministro lleva unos flecos que adornan el traje. Por un lado la comisión de reclamación de descubierto del banco, 30 euros. Los bancos con los pobres siempre. Por otro la cuota de reenganche, 23 euros. Desgraciadamente hay gente, insolidaria con la familia, que les prestó el dinero para pagar y les impidió el poder ser hospitalizado por no poder seguir el tratamiento en el domicilio; con lo que una boca menos que alimentar en casa mientras ahorran para pagar la luz. Como quienes prestaron la pasta fueron solidarios con los contribuyentes y nos ahorraron el coste de hospitalización, en la parte que me toca, les doy las gracias.

 Encerrados en casa porque alguien no pagó

Esta situación me ha hecho recordar el encierro de 5 dias que padecieron dos usuarios de silla de ruedas, el pasado año. Un viernes cortan la luz del ascensor porque la comunidad no había pagado, ellos lo ignoraban, y a partir de ese momento hicieron un curso acelerado de burocracia. Consiguieron que el administrador abonara la factura el mismo día, se notificó a la empresa, pero no se repuso. Por lo visto se tiene que volver a dar de alta en Industria y ordenar a la empresa instaladora que reponga el contador.

Curiosamente la empresa eléctrica era misma de la que ellos son clientes y no se los motivos por los que, si hay dos meses desde que se anuncia el corte de luz por impago hasta que se efectúa, no se comunica a los vecinos del inmueble la situación. Vamos, que junto a la propaganda que acompaña las cartas con la factura de la luz se podría poner que el edificio en el que viven no ha pagado el recibo y a partir de tal fecha pueden proceder al corte de suministro.

El caso es que cortaron la luz un viernes y pese a lo rápido que se pagó no se conectó por la tarde; el fin de semana no trabajan los que cortan la luz y el lunes porque es lunes, no fue hasta el martes que pudieron abandonar el encierro.

La empresa del suministro no es la misma que efectúa el corte material de la luz, industria debe autorizar el reenganche. Yo pienso que puestas así las cosas el corte de suministro debería de autorizarlo sanidad, acreditando que no existe un usuario que depende de una máquina para respirar y tomando las medidas para hospitalizar al enfermo si no va a poder seguir el tratamiento en casa por falta de electricidad. Creo que hay unidades de atención sociosanitaria, aunque mi amigo Justo dice que la coordinación administrativa consiste en que todos los departamentos dicen que no es competencia suya.

Si en tu finca hay mucha gente a dos velas tienes muchas papeletas para que deje de funcionar el ascensor; “efectos colaterales”. Si el que está a dos velas tira de silla de ruedas eléctrica no se calentará viendo el recibo de la luz, la falta de movilidad da frio, y la electricidad mueve las sillas, que no corren tan rápido como el contador de la luz. Y por lo que respecta a los que tiramos de aparato para respirar, si nos quedamos sin electricidad en casa no podemos seguir el tratamiento y creo que en ese caso lo que procede es ir al hospital, mientras la cosa sociosanitaria soluciona la situación.

 Simulacro de evacuación en Universidad Miguel Hernández de Elche

Me acuerdo de lo que nos reíamos cuando Dolores tuvo cita para acudir al hospital, después de una espera de más de 5 meses. La noche anterior se estropeó el ascensor de la finca y casi le da un patatús; el caso es que intentó que fuera una ambulancia y los ambulancieros la bajaran, pero no hubo manera: no podía llevar la silla de ruedas, no se trataba de transporte urgente, tenía que ser en camilla porque el transporte con silla no contaba con dos personas …. Al final acabaron los bomberos; primero a ella sentada en una silla manual y luego la eléctrica. Gente bragada y solidaria esta de bomberos, porque Dolores los 80Kg fijo y la silla no menos de 110. El técnico del ascensor para la vuelta de Dolores ya lo tenía reparado; a los bomberos seguro que se les haría cuesta arriba subirla. Y toda la movida por el egoísmo de Dolores, que no aceptaba posponer la visita médica otros 5 meses.

Es una pena que no se pueda obligar a que las compañías eléctricas comuniquen, a los vecinos de un inmueble, el cese del suministro por falta de pago, al menos a los clientes de la compañía; y establecer que los cortes de suministro no se puedan efectuar el último día laborable de la semana, al objeto de que ese día se pueda restablecer los suministros que fuera menester. De ser posible estoy seguro que se hubiera hecho.

Pero volviendo al principio, si me llegara una carta anunciando que me cortan la luz por falta de pago, se la llevaba corriendo a la Trabajadora Social de mi centro de salud para que proporcione el recurso sociosanitario que proceda y, en todo caso, si el corte es inminente se cogen los aperos de respirar y para el hospital, que en casa no se puede seguir el tratamiento.

Valencia, 08 de diciembre de 2013