Carta abierta a la Ministra de Fomento

Carta abierta a la Ministra de Fomento

Publicado en  euroferroviarios  el  19 de Agosto de 2007 en el apartado  noticias.

Mucho me alegro de que permanezca al frente del departamento después de la polémica en torno a las incidencias en la red de cercanías de Barcelona. Si hubiera accedido a presentar la dimisión o hubiera sido cesada tendría que poner en antecedentes al sucesor para presentarle mi queja.

Soy uno de esos contribuyentes que utiliza silla de ruedas. En 1976, con 18 años participé en el Symposium Minusval sobre barreras arquitectónicas en Mallorca, organizado por el SEREM, y en 1984 en el grupo de trabajo que auspició el Real Patronato para la elaboración de un informe con el fin de impulsar el cumplimiento de la LISMI, en lo referente a elaborar la normativa de adaptación de los transportes públicos que debía estar promulgada un año después de la entrada en vigor de la LISMI (Art. 59) y que obligaba a que todos los transportes públicos fueran accesibles para todos en 10 años, es decir en 1992.

Allí escuché a experimentados técnicos en transporte exponer los avances en la materia en otros países y en materia ferroviaria estaba demostrado que la accesibilidad pasaba porque el acceso del andén al tren fuera a nivel o que los elementos de acceso estuvieran incorporados al tren y manejados por el personal de este.

La LISMI, del año 1982, establecía un periodo de dos años para promulgar un decreto con los parámetros de accesibilidad y que en 10 años todos los medios de transporte debían ser accesibles. Pasaron los años sin ningún avance y en 2003 se aprueba la Ley de Igualdad de Oportunidades que establece un plazo de 17 años para hacer accesibles los transportes, pero 2 para promulgar la normativa con los parámetros de accesibilidad y a fecha de hoy, 2 años después de que debiera de haberse publicado, el tal BOE no ha dicho nada. Pero eso sí, se publicita a bombo y platillo la edición de una guía para pasajeros cascaos para viajar en los trenes de RENFE. Donde tengo derechos me ponen guías.

La guía dice que en la Comunidad Valenciana solo 7 de las 96 estaciones son accesibles y los usuarios de silla de ruedas podemos subir y bajar, en Madrid 3 de las 76, ni siquiera la de Nuevos Ministerios es accesible, aunque le he encontrado la explicación cuando me he enterado de que está en el “Tunel de la Risa”. En Asturias 3 de 44…en total 100 de 1500 en media y larga distancia. Por lo que se refiere a las cercanías, Madrid 8 de 76, Asturias 7 de 44, Sevilla 5 de 25 y Barcelona 7 de 107. Y no hay más, el resto es desierto. También me enteraba de uno de los secretos mejor guardados por las autoridades responsables de transporte en ferrocarril. ¿Sabía usted que el manejo de esas plataformas elevadoras se prestaba de manera “voluntaria y altruista” por parte de los empleados de RENFE? Por eso lo más que hacían los trabajadores de RENFE era acercar, en muchos casos, la plataforma al tren para que los familiares o pasajeros que quisieran procedieran al manejo de la plataforma.

Pero lo que me ha motivado a escribirle es que resulta que con la implantación del cacareado servicio para viajeros con discapacidad, que tengan dificultades en su desplazamiento, están negando el acceso a todas aquellas personas que no sean usuarias de silla de ruedas o ciegas. ¿Qué pasa con las personas que andan con dos puntos de apoyo o tienen equilibrio limitado por la edad? ¿Tienen que jugarse la vida no despeñándose para bajar del tren al andén, o caer por el hueco entre el andén y el tren?

Me resulta doloroso que me hayan dicho que a partir de la publicación de la guía y la puesta en marcha de ese limitado servicio de apoyo, se me impide acceder a los trenes que no tienen plaza específica para silla de ruedas, con anclajes. Hasta la fecha los cascaos severos que utilizamos silla de ruedas y no podemos transferirnos a los asientos del tren, hemos viajado en las plataformas de acceso, pasando frio y calor según el tiempo, hemos sentido la solidaridad de muchas personas que nos han izado con riesgo de su salud y la nuestra. Hemos luchado por hacer respetar el derecho a circular libremente por el territorio nacional, consagrado en la constitución, rellenando miles de hojas de reclamación y recibiendo miles de cartas de disculpa, enviado cartas a los medios de comunicación, instando a diputados y senadores a impulsar iniciativas, presentando cientos de denuncias a la fiscalía,…. Para al final del camino que me digan que no me dejan subir a los trenes que no cuenten con espacio reservado y solo en 100 de las más de 1500 estaciones de RENFE. Sí, el estado, personificado en el trabajador que me atendió, me dijo que en virtud de un convenio o acuerdo que habían firmado el Ministerio y la ONCE yo no podía subir en ninguna estación declarada inaccesible, la del Cabañal había sido declarada como tal pese a contar con ascensor, y en ningún tren que no disponga de plaza reservada. Me niego a creer que la ONCE o el CERMI hayan firmado nada en términos parecidos y no califico el que por parte de la RENFE y ADIF se esté transmitiendo a sus trabajadores la legalidad y procedencia de impedirme el acceso al tren. Ojo, que no digo que me faciliten el acceso, porque nunca lo han hecho, digo simplemente que no me lo impidan. Ya buscaré yo la ayuda de las personas que vayan a viajar en el tren, porque con paciencia llevo esperando más de 25 años que las autoridades ¿competentes? adecuen la accesibilidad a los medios de transporte al mandato constitucional y a las leyes en vigor en cada momento.

Pero para remate, para recochineo, resulta que para solicitar el servicio ese hay que llamar con 48 horas de antelación a un teléfono de tarificación especial. Tengo que pagar la bala con que me rematan.

Me he enterado de que el 15 de septiembre hay convocada una marcha, en Madrid, por la Visibilidad de las personas con diversidad funcional, lamento no poder ir porque mis muchas limitaciones me impiden superar las que la falta de diseño universal crean con el dinero de mis impuestos.

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