Defensores de la escuela inclusiva, defraudados con la Ley de Educación

CATALUÑA. Los defensores de la escuela inclusiva, la que acoge a todos los alumnos con independencia de su capacidad, se sienten defraudados con la Ley de Educación de Cataluña (LEC), que mantiene la doble red de escolarización (centros ordinarios y especiales) y abre la puerta a políticas que ven regresivas.

La Plataforma Ciudadana para una Escuela Inclusiva, que aglutina a personas y entidades que cooperan para promover una educación pública y concertada inclusiva y de calidad para todos, lamenta que Cataluña «haya perdido la oportunidad» de avanzar de manera clara y decidida hacia una escuela apta para todos, también para los alumnos con discapacidades físicas o psíquicas.

La portavoz y secretaria de la Plataforma, Noemí Santiveri, ha explicado a Efe que la ley define la escuela pública catalana como «inclusiva, laica y plural», pero al mismo tiempo presenta «agujeros negros» que abren el paso a un despliegue no inclusivo e incluso «regresivo».

El principal «agujero negro» se encuentra en el artículo 81 de la ley que mantiene la doble red y no dibuja con claridad el proceso que la Plataforma cree necesario de conversión de las escuelas de educación especial en centros de recursos en apoyo del alumnado con discapacidades, ya que la norma sólo contempla esta vía como una posibilidad.

La ley además condiciona la escolarización de los alumnos con discapacidades en los centros ordinarios a la existencia de «apoyos disponibles», es decir, a los recursos económicos, lo que, para Santiveri, es especialmente grave en el actual contexto de crisis económica y de recorte del gasto público.

La también profesora del departamento de Pedagogía Aplicada de la UAB lamenta «la falta de voluntad política» de los partidos catalanes para apostar por una ley diferente en este terreno, en la línea de lo que defiende la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada por la Asamblea General de la ONU en el 2006.

La convención, refrendada por el gobierno español, reconoce el derecho a la educación de las personas con discapacidad y asegura que, para que se pueda ejercitar este derecho sin discriminación y en base a la igualdad de oportunidades, los estados «se asegurarán de que exista un sistema educativo a todos los niveles inclusivo y permanente».

«Una escuela inclusiva es también una escuela con más valores, lo que beneficia no sólo a los niños con discapacidades sino también a los otros porque, entre otras cosas, provoca que los maestros cambien de estrategia y apliquen técnicas cooperativas que son más eficientes. Éstas potencian las habilidades que permiten razonar y ése es el futuro», asegura Santiveri.

La preocupación por el futuro de la escuela inclusiva en Cataluña se fundamenta en otro hecho: el reducido número de Unidades de Apoyo a la Educación Especial (USEE) en centros ordinarios que se han abierto este curso que acaba de finalizar.

Las USEE son un medio idóneo para favorecer con éxito la inclusión escolar en escuelas e institutos de alumnos con grados de afectación graves y permanentes, facilitando al máximo su escolarización en un aula ordinaria tanto como sea posible en cada caso.

En el curso 2008-09, se pusieron en marcha 36 nuevas USEE en centros ordinarios, 31 de ellas en centros públicos (16 CEIP y 15 IES), y las otras cinco en escuelas privadas concertadas.

Desde el curso 2004-05, cuando arrancaron las USEE, se han puesto en marcha un total de 230 unidades repartidas en 118 municipios, cifra que se queda por debajo de las 300 aulas de este tipo comprometida por el departamento de Educación para 2009 y que apareció recogida en el Pacto Nacional para la Educación.

La Plataforma Ciudadana para una Escuela Inclusiva está integrada por particulares y organizaciones como la Fundación Catalana Síndrome de Down, Down Cataluña, Federación ECOM, ONCE y la Asociación catalana de Alérgicos Alimentarios y al Látex.

11/07/2009. Barcelona. EFE. FUENTE: ABC.es

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