DISCAPACIDAD Y MATERNIDAD

Publicado en Levante el  26 de diciembre de 2003 en el apartado  EL TRINQUET.

El pasado día de Nochebuena leía el artículo de Fernando Delgado titulado «El niño del Royo», sobre el mismo quisiera hacer algunas consideraciones, todas ellas con el mayor respeto y único afán de aportar puntos de vista que en el mismo no se contemplan.

La madre de Lucas Diego tiene una discapacidad psíquica, desconozco el grado de afectación de la misma pero según lo observado por la televisión funcionalmente se maneja bien. Necesitará apoyos para ciertas actividades, pero estos deben ser proporcionales a las carencias que su discapacidad le ocasiona.

Me llama poderosamente la atención que el autor del artículo ha obviado el hecho de que a cualquier madre a la que separen de un hijo de cinco meses esto le ocasionará, sin duda, una depresión. Si esta madre tiene una discapacidad psíquica el campo está abonado, y sin duda, la cosecha de dolor y desesperación esta asegurada.

Por experiencia personal puedo asegurar que los padres con discapacidad no tenemos ningún tipo de ayuda social para llevar adelante la dura tarea de ser padres y procurar a nuestros hijos todo cuanto necesitan. Si partimos del innegable hecho de que las ayudas destinadas a nuestro colectivo son: graciables y dotadas simbólicamente; y de que nuestro país se encuentra a la cola de la ayuda a familias para la atención a los hijos, el panorama que se divisa no es ciertamente halagüeño.

En medio de este panorama se celebró en mi pueblo, a finales del mes de febrero, el «I congreso Internacional sobre Mujer y Discapacidad» de donde se extrajeron una serie de conclusiones. Entre los temas que se trataron estaba lo relacionado con la sexualidad y el derecho a la maternidad de las mujeres discapacitadas, y la administración, a la hora de las fotos, se comprometió a adaptar a la legislación en la materia a las conclusiones a las que se llegó en el Congreso.

En el caso que nos ocupa hay para mi un hecho que no esta suficientemente claro y es el que los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León han elaborado un montón de informes y actuaciones referidas a la defensa de los derechos de “El niño del Royo”, pero lo que no he leído en ningún lado son las actuaciones que esos mismos Servicios Sociales han llevado adelante para apoyar el derecho a la maternidad de esa madre discapacitada. ¿Que medidas concretas de apoyo pusieron en marcha los servicios Sociales de la Junta de Castilla y León para compensar las posibles dificultades que tuviera la madre discapacitada para poder ejercer su función de madre?

El juez que devolvió a la madre discapacitada la tutela de su hijo expresaba en la sentencia, quizás de manera inadecuada, que la devolución del hijo iba a suponer una mejora en su estado de salud de la madre. No podía ser de otra manera, porque ¿que madre a la que le arrebatan un hijo no sufre en su salud? Evidentemente la devolución de su hijo mejorará su estado de salud.

Por último hay un hecho que me preocupa y es el de la noticia relacionada con que se había visto a madre e hijo pidiendo limosna. De ser cierto deberían pedirse responsabilidades, a los responsables de Servicios Sociales de la Junta de Castilla-León, por el hecho de que una madre discapacitada se vea obligada a practicar la mendicidad para poder sacar a su hijo adelante por la falta de apoyo de la administración. Los Servicios Sociales son capaces de detectar que un menor pide limosna acompañado de su madre discapacitada y son incapaces de detectar previamente la falta de recursos de esta madre y poner los medios para solucionarlo. Pero esto era previsible, porque la Junta de Castilla León hace tiempo que había tomado partido, lo hizo cuando concedió a una familia el cuidado del niño con derecho preadoptivo.

A raíz del Congreso Mujer y Discapacidad, con motivo del Día Internacional de la Mujer, el Gobierno Autónomo de mi comunidad concedió uno de los galardones a la pintora y fotógrafa Alison Lapper por su condición de madre y discapacitada. Quizás el nombre de Lapper no diga nada pero si digo que fue la protagonista de un programa emitido por Documentos TV en el que se contaba la experiencia de una discapacitada que había nacido sin brazos ni piernas y que había sido madre es posible que la relacionen.

El hecho es que mientras se galardonaba a una discapacitada extranjera, que contaba con una asistente personal pagada por los servicios sociales de su país, para su cuidado y ayuda en la crianza de su hijo, en nuestro país las Cortes han hecho oídos sordos a cuantas propuestas para corregir el anacronismo que supone el hecho de que los discapacitados severos de nacimiento que contraen matrimonio pierdan toda protección social ha hecho en este año el movimiento asociativo de discapacitados, el CERMI. Un ministro casado con una ministra que tuvieran una hija discapacitada severa cobraría una ayuda por hijo a cargo, con independencia de sus ingresos, pero si esa hija discapacitada se casara con un peón de albañil perdería toda protección social y quedaría al total cargo del albañil.

Si los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León presentan recurso para retirar la custodia a la discapacitada, que digan claramente que medidas de apoyo y compensación han puesto para que esta madre pueda, en igualdad de oportunidades, ejercer su condición de madre. No es razonable que el responsable de Servicios Sociales de Castilla León se sepa de memoria los derechos del menor y desconozca totalmente los de los discapacitados.

Si una discapacitada psíquica es capaz de luchar en los tribunales por su hijo pienso que es capaz de cuidar del mismo, aunque a la larga los Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, desatendiendo las necesidades de la discapacitada podrán demostrar que no puede atender a su hijo.

Valencia, 26 de diciembre de 2003