El 30% de la red de metro y el 74% de la de cercanías aún no son accesibles a personas con movilidad reducida

CATALUÑA. Sin embargo, Barcelona se encuentra entre las metrópolis con metros más accesibles | Fomento se plantea recuperar el tiempo perdido y tener su red adaptada el 2014

Hay realidades que dan cuenta de los niveles de calidad de vida de una sociedad. Una es el transporte público, que, para que cumpla su principal función –facilitar los desplazamientos cotidianos de los ciudadanos– debe ser accesible a cuantas más personas, mejor. En esta línea, Catalunya se propuso en 1991 acabar con las barreras físicas que lo impiden o dificultan en como máximo 15 años, en el 2006. Este plazo está más que agotado. Sigue habiendo muchos obstáculos, demasiados.

Hoy por hoy, el metro tiene el 30% de su red pendiente de adaptación. Sensiblemente mejor está Ferrocarrils, con sólo el 5% de sus instalaciones no accesibles. Los autobuses alcanzan niveles óptimos en el caso de TMB y de las compañías concesionarias de la EMT (primera corona metropolitana), con el 100% de adaptación, el mismo valor que el tranvía. Los buses de la AMTU (segunda corona) tienen el 15% por mejorar y los del resto de Catalunya, dependientes de la Generalitat, el 25%. La peor nota se la lleva cercanías, con el 74% de las estaciones en malas condiciones.

María Enciso, invidente, haciendo un recorrido por el transporte público [Clic para ampliar la imagen]

«Estamos aún lejos de cumplir la ley –reconoció ayer el conseller Joaquim Nadal–, pero debe tenerse en cuenta que, antes de aprobarla, el metro sólo estaba adaptado en un 20%». El máximo responsable de Política Territorial i Obres Públiques hizo estas declaraciones en unas jornadas dedicadas a la accesibilidad en el transporte público, organizadas por su departamento y que tuvieron lugar en la sede barcelonesa de la ONCE. Nadal subrayó el trabajo hecho y la voluntad de completarlo lo antes posible. «Buena parte de las obras que hay en la calle son de ascensores de la red ferroviaria», recordó, dicho lo cual recordó la inversión comprometida para adecuar las infraestructuras antiguas: 700 millones de euros, de los que 550 millones ya se han empleado.

En cuanto a los calendarios, el 2012 es la fecha tope para el metro, aunque algunas estaciones de enlace con la L9 no estarán listas hasta el 2014, año en que se prevé que esta línea esté totalmente en funcionamiento. La adaptación de las estaciones antiguas ha supuesto la instalación de 250 ascensores en 87 de las 123 estaciones de TMB. De las que todavía no son accesibles, 17 están en obras y el resto están a punto de comenzar o con el proyecto en redacción. Hasta el 2009, se han invertido en el metro 391 millones y está previsto emplear otros 124 millones.

En cuanto a Ferrocarrils, las líneas del corredor Llobregat-Anoia ya están adaptadas en el 100% y las del Vallès en el 90%. De estas últimas, quedan por adecuar cuatro de las 33 existentes. La inversión hasta este momento asciende a 125 millones y quedan obras por valor de otros 33 millones. El calendario es el mismo que en el metro.

En el 2012 también deberían ser accesibles todos los buses interurbanos, sean concesiones de la Generalitat o de la AMTU, a las que les queda por adaptar el 25 y el 15% de sus unidades, respectivamente. Desde el año 2000, Política Territorial da subvenciones a los operadores (31,5 millones), a los que deben sumarse otros 7,3 millones de la ATM. En paralelo, la Generalitat estudia un nuevo modelo de parada para fuera de la conurbación de Barcelona.

Cercanías es un caso distinto. Los responsables de Renfe reconocen que han llegado más tarde que el resto de empresas a la accesibilidad. En la jornada de ayer, anunciaron que los trenes serán accesibles en el 2012. Esto será posible gracias a la implantación del modelo Civia y a la remodelación de los trenes de la serie 447, cuyos vagones centrales se equiparán con plataformas retráctiles. Capítulo aparte merecen las estaciones, dependientes de Adif. Las que concentran el 90% de los viajeros deben ser accesibles también en el 2012 y el resto en el 2014, según los planes de Fomento. El plan de cercanías de Barcelona dedica 950 millones hasta el 2015 a la modernización de estaciones y entre las actuaciones incluidas está su adaptación a personas con movilidad reducida.

Aunque queda mucho por hacer, la situación en Barcelona y su región metropolitana está entre las mejores de las principales ciudades europeas. Según un estudio de la ATM, la capital catalana destaca por la adaptación de estaciones antiguas y, con los datos del 2008, se encuentra, al menos en cuanto a su red de metro (las seis líneas de TMB y las tres urbanas a FGC), en niveles similares a los de Frankfurt o Berlín. El punto débil es el tren. Si se suman las líneas de Ferrocarrils y las de cercanías de Renfe, el nivel es del 43%. De las aglomeraciones urbanas estudiadas, sólo Londres y París están peor.

Las entidades de personas con discapacidades valoran el trabajo hecho pero recuerdan todo lo que queda por hacer. En suma, que el vaso no está vacío pero tampoco lleno. Benito Duran, de la confederación ECOM, reclama decisión a la hora de afrontar las actuaciones pendientes. «No podemos exigir un cambio de la noche a la mañana porque las actuaciones requieren tiempo y dinero –manifestó ayer– pero hay que asegurar, al menos provisionalmente, que todos tenemos acceso, aunque sea con transporte puerta a puerta». En la misma línea, M.ª José Vázquez, de Cocarmi, urge a que los avances logrados en Barcelona se extiendan al resto de Catalunya. E insistió: «Se debe seguir trabajando con las asociaciones» para que, «en vez de hablar de accesibilidad y de adaptación, podamos hacerlo de diseño universal, para todos». Y como no todas las personas discapacitadas tienen los mismos problemas, Encarna Muñoz, presidenta de Fesoca (sordos), aportó una visión distinta. «No todo se mejora con obras arquitectónicas –advirtió– también hay que mejorar la comunicación y la atención porque si tengo algún problema en un tren o con el bicing, ¿cómo lo explico?».

Barcelona, 29/09/2009. AUTOR: Óscar Muñoz. FOTOS: Jordi Roviralta y Marc Arias. FUENTE: LaVanguardia.es