Dulcinea llegaba a casa derrotada. «He visto a Loli y le he dicho que escribirías algo; esta chica se deja morir, lo vi en sus ojos»
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Llevaba varios días preocupado por el estado de salud de la persona que se encadenó a la verja del Palau de la Generalitat y, viéndomelo en la cara Dulcinea se largó el viernes para darle el aliento y comprobar su estado. Una vez más me veo en la galerna de sentimientos que me queman el alma. Vuelven a mi recuerdo las huelgas de hambre de Américo y Joaquín Mora, los suicidios de Ramón Sanpedro, Jorge León y la “Operación Pozoblanco”.
Cada palo que aguante su vela. Lo de Dolors Carrasquilla se trata de valoración de incapacidad laboral, no de discapacidad. Responde el INSS y nada tiene que ver la Generaltitat. Se trata de un cambio de grado producido por una revisión, en definitiva se le ha retirado el complemento de ayuda de tercera persona que conllevaba su incapacidad. Esto me hace pensar, por un lado, que existen los milagros y que la Ministra de la S. Social debe de llevar este asunto a la Santa Sede para que se determine el santo que obra los milagros.
Desde hace un tiempo me entran correos de madres contentísimas porque les han bajado el grado de dependencia, tras una revisión, a sus hijos; cuando ellas pensaban que su hijo estaba igual y precisaba los mismos apoyos resulta que han mejorado. Con los mayores la alegría que transmiten los correos es inenarrable, personas con enfermedades degenerativas son rebajadas de grado después de años de avance de la enfermedad y progresiva pérdida de autonomía.
En la fotocopia que me trajo Dulcinea, dice que Loli no depondrá su actitud, huelga de hambre, mientras no se le reponga el grado de incapacidad laboral que tenia, gran invalidez; no se deponga el revisionismo indiscriminado y sistemático emprendido por las administraciones laborales y de servicios sociales. Y finalmente que se restituya la situación de cobertura farmacéutica, ortopédica y de ayudas técnicas vigente en la comunidad desde el año internacional de las personas con discapacidad.
Respecto a la primera cuestión juega en su contra el que está sometida al arsenal letal para los discapacitados severos, el procedimiento administrativo, que en la revisión de grados y niveles de dependencia y de incapacidades laborales tiene espacio para desarrollar su aspecto más sofisticado. Revisión de oficio con resolución rebajadora, se cuenta con que el 80 % van a ejercer el derecho al pataleo, aunque no puedan mover las piernas, al 20 % que recurre se le aplica el silencio administrativo y llegan a la vía judicial el 10%, de ese 20%, que ahora son incentivados con tasas judiciales.
El caso de Loli se está aprovechando para publicitar internacionalmente las bondades de la C Valenciana, pues se hace evidente que la mejora en su estado de salud se debe al hecho de que emigrara de la insana Lérida a la “millor terreta del mon”.
La causa de la medicación es difícil que la consiga, por aquello del mantenella y no enmendalla. No obstante el decreto último paliará, en la parte boticaria, el desaguisado anterior, si bien debería haberse antepuesto la entrada en vigor de las medidas antes de acometer la supresión de la gratuidad.
Un confidente me ha hecho llegar un borrador del catalogo de prestaciones ortopédicas y, para paliar el repagazo implantado, que se pueda optar a prestaciones baratas que permitan su adquisición y posterior solicitud de reintegro, se incluyen después de mucho tiempo: el garfio, la pata de palo y la trompetilla.
Lo peor de todo es que, para Dolors, la credibilidad de las autoridades es la que es y, si bien la Generalitat ha mediado para que la valoren, con más éxito que el alcanzado para aplazar la auditoría fiscal a las fallas, lo cierto es que al gobierno central ni se le ve ni se le espera, o está enferma la Delegada del Gobierno.
Se hacen precisas más reformas para la racionalización del gasto público y a mí me parece urgente el que se modifique la legalidad en torno al ejercicio de la mendicidad callejera. Por de pronto habría de restaurarse la ley medieval que permitía el limosneo de ciegos y tullidos, siempre que estuvieran confesados y comulgados, a las puertas de las iglesias.
De todas formas, Loli es reincidente. Ya se encadenó junto a otra discapacitada el pasado diciembre exigiendo el pago de las prestaciones de la LEPAP, cuestión que a ella creo que no le afectaba, ahora con la llegada de la primavera parece que la administración, en esta ocasión con traje de Ministerio de Empleo, saborea el plato frio de la venganza en forma de revisión de grado. Y aquí tenemos a Loli que puestos a morir prefiere hacerlo en la calle, no en cualquier rincón, si no a la vista de la Mare dels Desemparats mientras desfilan miles de valencianos, emocionados al ver a su maredeuta, al son del pasodoble Valencia. Seguro que Berlanga haría una gran película con este guion.
Valencia, 18 de marzo de 2013
Acerca del Autor Vicente Valero
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