El eslabón más débil

Paco Guzmán

Como gran dependiente que intenta llevar una vida activa necesito un asistente personal que me ayude en casa, en el trabajo o durante el ocio para disfrutar de las mismas oportunidades de hacer lo que los demás hacen. La asistencia personal es el servicio más eficaz, que ofrece a las personas con discapacidad recursos necesarios para llevar una vida independiente.

Toda la financiación pública invertida en este servicio revierte directamente en el beneficiario, sin estructuras intermedias, facilita su inserción laboral, y genera puestos de trabajo. Excepto por el derecho a una exigua prestación económica para asistencia personal, que no da para más de tres horas diarias de asistencia, lo que ofrece la Ley de Dependencia a personas como yo es la reclusión total o parcial en residencias, centros de día, o en el hogar atendido por servicio a domicilio o teleasistencia.

La Comunidad bloquea mi acceso a las prestaciones de la Ley porque no adapta su propia cartera de servicios al nuevo Sistema. Pero en caso de que no lo bloqueara, las prestaciones continuarían siendo insuficientes para realizar un proyecto de vida activa y en igualdad. ¿Cuándo nos plantearemos que hay que revisar cómo se gasta el dinero de esta Ley y que realmente sirva para lo que fue concebida?

Paco Guzmán es miembro del Foro de Vida Independiente
FUENTE: GenteDigital.es