Acabo de leer la noticia en que se anuncia la puesta en funcionamiento del nuevo Pont de fusta. levante.emv.com
En ella se dice que el puente peatonal será de adoquines, lo cual es mortal para las personas usuarias de silla de ruedas, debido al traquetreo que dicho asfaltado produce en las sillas, que no teniendo sistemas de amortiguación hace que todo recaiga en el chasis de la silla y la columna de quien va en la silla. Comprobar la diferencia de confort que existe entre los adoquines y el pavimento normal puede hacerse rodando con una silla de ruedas por las aceras de la plaza del Ayuntamiento y luego por el pavimento que rodea el campus de Tarongers.
No acierto a comprender porque se ha adoptado el adoquinado como elemento de pavimento para el puente y se ha aprobado el proyecto. No lo entiendo. No entiendo el porqué los carriles bici tienen un pavimento liso y duro y el destinado a los usuarios de silla de ruedas tiene que ser rugoso e irregular. Probablemente lo anterior sea así porque quienes han diseñado y visado el proyecto del puente han ido en bicicleta y conocen el gustirrinin que produce el sillín en las partes en contacto con el ciclista, pero poco han rodado en silla de ruedas o nos tienen alguna inquina.
No sé si se podrá hacer algo, lo mejor sería colgar por los pies a los urbanistas enganchados al adoquín, pero en todo caso lo importante es que no se vuelva a utilizar el adoquín como elemento de pavimentación de itinerarios peatonales en Valencia, nuestros representantes municipales deberían de hacer algo. Aunque no haya nadie en silla de ruedas en los palcos del salón de Plenos del Ayuntamiento.
Evidentemente yo no estoy en contra del adoquinado, solo que entiendo que este debe reservarse para los espacios destinados al paso de vehículos y ciclistas.
Vicente Valero
EFE/ Juan Carlos Cárdenas.
VALENCIA. El conjunto de obras que incluye la construcción de un nuevo Pont de Fusta para el tráfico rodado y peatonal y la peatonalización del puente de Serrano, cuyo presupuesto supera los 11 millones de euros, avanzan a buen ritmo y podrán estar concluidas este verano.
Así lo ha explicado hoy a EFE en una visita a las obras el concejal de Circulación y Transporte del Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Novo, quien ha recordado que toda esta intervención surge de la decisión de peatonalizar el puente de Serranos para liberar este monumento del siglo XVI de la contaminación del tránsito.
«Se nos ocurrió transformar la antigua pasarela peatonal del pont de fusta en un puente mixto que llevara tráfico rodado, con dos carriles para vehículos y uno para el bus, y una pasarela con un ancho importante para peatones», ha explicado Novo.
Según los plazos previstos, entre finales de enero y principios de febrero se trasladará el tráfico rodado al nuevo puente, lo que permitirá cerrar por completo a los vehículos el puente de Serrano, que cada día acoge casi 15.000 vehículos, por lo que la zona estará libre para la Cridá, uno de los objetivos que se buscaba.
«A partir de ese momento, se iniciarán los trabajos de peatonalización y una vez realizados, se continuará en el cauce con el ajardinamiento y la finalización de los vestuarios que ya están en marcha. En verano estará definitivamente acabada la obra en toda su extensión», ha sentenciado el concejal popular.
La intervención no sólo contempla estas dos grandes actuaciones -peatonalización y nuevo puente- sino que también incluye el ajardinamiento de las últimas pastillas pendientes del cauce del río Turia, la construcción de dos vestuarios para los nuevos campos de fútbol de césped artificial y el arreglo de las alameditas.
«Es un intervención importante que permitirá ordenar el tránsito peatonal, ciclista y de tráfico en el entorno de las Torres de Serrano», ha advertido Novo, quien ha destacado que la intervención se completa con la eliminación de la estación de servicio frente a las Torres, que dejará de funcionar a principio de año.
En los jardines se usará césped y hormigón coloreado, mientras que el puente peatonal será de adoquines graníticos, con un mobiliario urbano móvil para poder ser quitado, mientras que la nueva pasarela peatonal recupera la madera del anterior pont de fusta y tendrá más de 4 metros.
El proyecto ha contado con la colaboración de la Dirección General de Patrimonio y la de Paisajes para que, «además de cumplir las expectativas de acabar el ajardinamiento del cauce del Turia, se respetará la idiosincrasia del entorno».
Según ha explicado a EFE el director de la obra, José Tejadas, los trabajos previos son los que «han consumido más tiempo», mientras que el mayor inconveniente son «los constantes desvíos para peatones» en el cauce del río.