En referencia al artículo De quién dependen los políticos dependientes
Señor Echenique,
Con todos mis respetos, me da la impresión cada vez que leo sus argumentos sobre la conveniencia o no de disponer de asistencia personal de que no sabe lo que es, ni le interesa a usted el Movimiento de Vida Independiente.
Dice usted que su mujer hace el trabajo de tres asistentes. Hasta hace nueve años mi padre también hacía el trabajo de 4 asistentes. Y con toda seguridad, prefiero contratar a 4 asistentas personales a la semana, a depender de la buena voluntad de una sola persona. Claro que no es cómodo, al principio, pero a corto plazo es una práctica tan liberadora. Ahora mi padre hace de padre y dispone de tiempo para su propia vida. ¿Qué hace su mujer cuando le apetece salir con sus amigas, o cuándo quiere ir a ver a su familia. Cómo se organizan ella y usted al respecto?
La asistencia personal, desde mi punto de vista, debe ser proporcionada por el gobierno, por ley, como las pensiones, y otorgada a todas aquellas personas dispuestas a velar por sus derechos con tanta firmeza como para velar también por los derechos de sus trabajadoras/es. ¿Es usted un ferviente defensor de sus derechos? Si la respuesta es sí, entonces indudablemente debe conocer también los derechos de su mujer como trabajadora: día de descanso, jornada laboral bien definida, vacaciones, sueldo, contrato, etc.
Señor Echenique, Vida Independiente es un cambio muy necesario, no es un nosotros (discapacitados) y un ellos (capacitados). Vida Independiente somos todos y todas, es inclusión al puro estilo revoltijo, y no lo alcanzaremos jamás de los jamases mientras antepongamos unas necesidades sobre otras. Sólo desde el respeto y conocimiento lograremos convivir en igualdad de condiciones y oportunidades.
Atentamente,
Marga Alonso